
La
organización criminal Guerreros Unidos armó en Guerrero una red de
protección de autoridades que incluyó a policías municipales, estatales y
ministeriales, además de Alcaldes.
Fuentes oficiales de la Marina y el Ejército refieren que esa
organización también logró cooptar a funcionarios federales y del
Gobierno del estado para ganar territorios a Los Rojos, su rival en
operaciones delictivas en Guerrero, Morelos y Estado de México.
Según autoridades de Guerrero, ese grupo está vinculado con las fosas
halladas en Iguala con 28 cuerpos y con la desaparición de estudiantes
normalistas.
Autoridades federales ubican a Federico Figueroa, hermano del
cantante Joan Sebastian, como uno de los principales dirigentes de
Guerreros Unidos.
Un reporte de inteligencia del Gobierno federal refiere que Figueroa
posee fuertes vínculos políticos, empresariales, de medios de
comunicación y una amplia influencia social gracias a fama artística de
Joan Sebastian.
De acuerdo con el informe, Figueroa tiene relaciones estrechas con Presidentes Municipales al menos en Morelos.
Incluso estos Alcaldes han servido como emisarios para intentar un
acercamiento con la Administración del Gobernador Graco Ramírez, señala
el informe de inteligencia.
Según el documento, Figueroa importa de caballos pura sangre de países como España para personajes del crimen organizado.
Tanto a los Guerreros Unidos como Los Rojos, las autoridades les
adjudican sepultar a sus víctimas en fosas clandestinas, como las
halladas esta semana en Iguala.
La creación de la organización criminal Guerreros Unidos es
adjudicada a Mario Casarrubias Salgado, “El Sapo Guapo”, un ex escolta
de varios operadores del cártel de los Beltrán Leyva.
Los Rojos serían otra escisión de ese cártel que se habría separado
tras el abatimiento de Arturo Beltrán, “El Barbas”, en diciembre de 2009
en Cuernavaca, y fue liderada en su momento por Édgar Valdez
Villarreal, “La Barbie”.
El actual cabecilla de ese grupo es identificado como Santiago Mazari
Hernández, “El Carrete”, “El 8 de Sonoyta”, “El Señor de los Caballos” o
“El Señor de las Cachuchas”, un sujeto de 37 años de edad, quien es
sobrino del actual diputado del Partido del Trabajo Alfonso Miranda
Gallegos.
Conforme un reportes policiales, Mazari Hernández está vinculado con
robos, tráfico de drogas secuestros, “cobro de piso” y homicidios, y
opera principalmente en Puente de Ixtla, Zacatepec y Amacuzac, de donde
es originario.
Según el informe de inteligencia federal, la violencia en Guerrero
escaló debido a la disputa entre Guerreros Unidos y Los Rojos,
principalmente en los municipios de Arcelia, Ciudad Altamirano, Taxco,
Iguala, Chilpancingo y Tixtla, donde las fuerzas armadas reportaron el
mayor número de enfrentamientos entre las bandas antagónicas en los
últimos tres años.
La rivalidad entre ambos grupos se recrudeció en diciembre de 2012
cuando unos de los líderes de Los Rojos, Crisóforo Rogelio Maldonado
Jiménez, “El Bocinas”, fue ejecutado en el Hospital Médica Sur, de la
Ciudad de México, por integrantes de Guerreros Unidos.
A Maldonado se le atribuía el “cobro de piso” a giros negros en Iguala, Taxco y Tepecoacuilco, Guerrero.
“El Bocinas” fue sucedido por Antonio Román Miranda, “La Moña”, pero
este fue ultimado en abril de 2013, en Tequesquitengo, Morelos.
Fuentes policiales vinculan a Mazarí Hernández con este homicidio.
La ley de Casarrubias Salgado imperó en Guerrero, Morelos y el Estado
de México, donde a la postre fue detenido en Toluca, apenas en mayo
pasado.
Casarrubias fue considerado por las fuerzas armadas como el principal traficante de droga hacia la Ciudad de Chicago, Illinois.