"El Teo" sigue ordenando ejecuciones desde Almoloya

Teodoro García Simental, "El Teo", continúa operando en Tijuana y lo hace por teléfono desde el penal de máxima seguridad de Almoloya, en el Estado de México.

»Detienen a asesinos de un empleado del Ayuntamiento

Lo anterior fue confesado por integrantes del grupo delictivo detenido por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y a quienes se les vincula con al menos 32 asesinatos en la ciudad del 2008 a la fecha.

La tarde del lunes, agentes de la PGJE detuvieron a los 6 presuntos delincuentes en el bulevar Sánchez Taboada.

Los detenidos declararon que trabajaban bajo las órdenes de Fermín Medina Morales, alias "El Minfer" y de Juan Gilberto Ruiz Pérez, alias "El Gil" o "El Macalote", quienes fueron detenidos por el Ejército Mexicano el 10 de junio pasado.

Fermín Medina Morales, alias "El Minfer" y Juan Gilberto Ruiz Pérez, alias "El Gil" o "El Macalote", por su parte, trabajaban bajo las órdenes de "El Aquiles", quien a su vez era subordinado de Teodoro García Simental, alias "El Teo" o "El tres letras", líder del Cártel de Tijuana detenido en enero pasado en La Paz, Baja California Sur.

De acuerdo a lo manifestado por los detenidos, uno de los últimos asesinatos ordenado por García Simental, "El Teo", fue en contra de Enrique Alonso Sánchez Riestra y Ernesto Lara Benson, ocurrido el 29 de junio pasado en el estacionamiento del restaurante La Leña, ubicado sobre el bulevar Agua Caliente.

Las indagatorias establecen que el doble homicidio fue ordenado por el adeudo de la venta de droga.

Con relación de la forma de operar de "El Teo" desde el penal de máxima seguridad, las autoridades evitaron dar más información al respecto.

Penales frágiles

No es la primera ocasión que un miembro del crimen organizado continúa con sus operaciones en Tijuana a través de la línea telefónica.

A Juan Carlos Avitia Bringas, alias el "El Software", detenido desde el 2006 y también miembro del cártel de Los Arellano Félix, le han desmantelado dos bandas de secuestrados que comanda desde el  Reclusorio Sur, en la Ciudad de México.

Según declaraciones de sus operadores y autoridades policiales, las acciones ilícitas ordenadas desde el penal son para obtener recursos económicos para pagar a los abogados que los defienden.