domingo, 1 de agosto de 2010

7 mdd en casa de "Nacho" Coronel y una Lap delatora





El extinto capo del narcotráfico, Ignacio Coronel Villarreal, El Rey del Ice o El Cachas de Diamante, tenía en el refugio de lujo donde fue abatido por militares, unas 10 maletas llenas de dinero que, después de ser contado durante varias horas, sumó más de siete millones de dólares en efectivo, joyas, al menos media docena de celulares y una computadora portátil, cuya información permitió continuar el operativo militar que culminó con la ubicación de su sobrino, Mario Carrasco Coronel, quien fue muerto por los soldados. 


Peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) tienen en su poder la computadora que le fue asegurada al fallecido jefe de las drogas tras su muerte, de la cual se está extrayendo la información.


El ordenador, de acuerdo con informes oficiales, contendría datos sobre las operaciones del trasiego de drogas que realizaba Coronel Villarreal, por vía marítima, y las empresas que usaba para realizar el traslado, introducción y distribución de cocaína y drogas sintéticas. 


Nacho Coronel murió la tarde del pasado jueves durante un enfrentamiento con militares que buscaban detenerlo en Zapopan, Jalisco y que tras una serie de labores de inteligencia fue ubicado junto con su hombre de confianza y guardaespaldas, Hiram Francisco Quiñones Gástelum, quien fue detenido por los soldados de élite que efectuaron la incursión en la que fue abatido el tercer hombre en el mando del Cártel de Sinaloa, sólo atrás de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán y de Ismael "El Mayo" Zambada. 


Rodeado de lujos
 
En las casas de seguridad de Zapopan, Jalisco, donde fue ubicado a quien también era considerado, desde hace una década, el más poderoso operador en México del tráfico marítimo de cocaína y de drogas sintéticas de “alta calidad”, vivía rodeado de grandes cantidades de dinero en efectivo —los dólares eran de baja denominación—, joyas y piedras preciosas. Pero a la par vivía rodeado de armamento de alto poder para hacer frente a cualquier enemigo y a las fuerzas del orden, de acuerdo con los informes oficiales. 


Las nueve armas largas y siete cortas, así como las granadas junto con más de mil cartuchos, además de tres vehículos de lujo que fueron igualmente asegurados a Nacho Coronel, en las casas de seguridad que poseía en el fraccionamiento de Colinas de San Javier, fueron puestas a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), cuyos fiscales tomaron bajo su responsabilidad la investigación del caso. 


Ante los citados fiscales, los militares también aseguraron teléfonos celulares que contenían información sobre los hombres con los que hablaba el capo del narcotráfico, como fue el caso de su sobrino, a quien horas después los soldados ubicaron en la colonia Rinconada de Los Novelistas y abatieron también cuando intentó hacerles frente para escapar. 


Piden arraigo para el escolta
 
Hiram Francisco Quiñones Gastelum, considerado el guardaespaldas más cercano y de mayor confianza del extinto capo Nacho Coronel, fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud. 


En un reporte oficial, la PGR informó que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregaron a este hombre, quien de acuerdo con sus antecedentes, es un ex miembro de las fuerzas de seguridad especializada en el manejo de estrategias de combate. 


Detenido durante el breve enfrentamiento suscitado en el inmueble número 1464 de la calle Paseo de los Parques, en la colonia Colinas de San Javier, en Zapopan, Jalisco, al momento de su captura portaba en su manos un fusil tipo AK47, arma que no pudo accionar ante lo sorpresivo de la incursión militar y ante la superioridad en número y armamento de sus captores. 


El hombre de confianza del extinto capo rendía hasta la noche de este sábado su declaración ante fiscales de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud, quienes solicitaron ante un juez federal una orden de arraigo y este lunes se resolverá su traslado al Centro Nacional de Investigación, donde se prevé que permanecerá al menos 40 próximos días. 


Luego de reconocer que trabajaba para el extinto capo de las drogas Nacho Coronel, el detenido fue entregado a las autoridades civiles junto con los aproximadamente siete millones de dólares, la joyería, relojes de diversas marcas, teléfonos celulares, armas de fuego, aproximadamente mil cartuchos de diversos calibres, así como dos granadas, una computadora laptop, tres vehículos de lujo y diversa documentación. 


La organización que comandaba Ignacio Coronel Villareal, Nacho Coronel, participaba activamente en la guerra que mantenía el cártel de Sinaloa contra los hermanos Beltrán Leyva. 


La Secretaría de la Defensa Nacional detuvo a un total de nueve de sus hombres tras un enfrentamiento en Acapulco, Guerrero, en junio de 2009 y quienes se preparaban para enfrentar a sus rivales en su propio terreno. 


Antonio Damián López era uno de los hombres que encabezaba esta operación ordenada por Nacho Coronel antes de que muriera el jueves pasado a manos de militares durante un enfrentamiento en Zapopan, Jalisco. 


En su momento, cuando se produjo la captura de este grupo en el citado puerto turístico, se les ubicó como parte de la banda de los Beltrán Leyva, pero en realidad trabajaban para Nacho Coronel. 


El extinto brazo derecho de El Chapo controlaba para el Cártel de Sinaloa todo el Pacífico mexicano, de ahí que le resultara idóneo el control de Acapulco, para ampliar sus acciones de trasiego de drogas.

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