Mediante el depósito de una fianza obtuvieron su libertad los cuatro agentes de la policía municipal que fueron acusados de asaltar al presidente de la "Asociación Juvenil de Tae Kwon Do" y tres de sus acompañantes que participaban en Tijuana en un evento internacional.
Como presuntos responsables del atraco fueron consignados los ahora ex policías Rafael Sánchez Macedo, José Luis Hernández Gálvez, Eduardo Romero Enríquez y Víctor Javier Jove Rosales, quienes operaban las patrullas 4655 y 4658 la noche del martes 2 de marzo pasado.
De acuerdo a lo plasmado en el acta de averiguación previa 218/19/204 que se integró en su contra, a las 21:15 horas interceptaron en la zona central un taxi libre en el que viajaban los cuatro afectados Chun Koo Kim, Cheng Su Hwang, Jong-wan Kim y Jung Woo Yong.
El primero de los citados dirigente de la federación mundial de artes marciales en la disciplina de Tae Kwon Do, quienes arribaron a Tijuana para participar en el VIII campeonato que en esas fechas se celebró en el Centro de Alto Rendimiento de Tijuana.
En su momento expusieron que los uniformados los obligaron a descender y someterlos a una revisión para robarles 500 dólares, 100 más canadienses y 300 euros para luego espetarles que se retiraran o en caso contrario los detendrían por no contar con documentos migratorios.
Sin embargo, los coreanos de inmediato elevaron su queja y luego de trascender lo sucedido el escándalo alcanzó fama internacional por lo que de inmediato desde las más altas esferas del gobierno estatal se ordenó que se investigara el caso y se procediera en contra de los culpables.
Fue el propio secretario de Seguridad Pública Municipal, Julián Leyzaola Pérez, así como el director de policía, Gustavo Huerta Martínez, quienes arrestaron a los cuatro autores al ubicarlos y detenerlos en sus propios domicilios al día siguiente y luego exhibirlos como viles delincuentes.
En la misma acta de averiguación previa los cuatro agentes declararon que su arresto se concretó a las 23:00 horas y luego los trasladaron a las instalaciones de lo que fue la Cárcel Pública Municipal, mejor conocida como "La Ocho", en la avenida Constitución.
Oficialmente manifestaron que en dicho lugar les fueron sujetadas las muñecas con cinchos de plástico y tras cubrirles las cabezas con bolsas del mismo material comenzaron a golpearlos de forma inmisericorde.
José Luis Hernández declaró que en su desesperación por la brutal golpiza logró romper sus ataduras y al quitarse la capucha darse cuenta que quien los torturaba era el propio Leyzaola Pérez y Huerta Martínez quienes continuaron con la irracional tortura.
Con fracturas en las costillas y pelvis Hernández Gálvez fue ingresado al Hospital General para su atención médica, mientras que los tres restantes fueron certificados de las lesiones que presentaban en el rostro y cuerpo por parte del agente del Ministerio Público del Fuero Común.
Luego el representante social les ejercitó la acción penal por la probable comisión de los delitos de robo con violencia, robo con violencia equiparado y agravado por pandillerismo por lo que no alcanzaban el beneficio de la libertad bajo caución al acumular más de 14 años de prisión.
Con fecha del 12 de marzo el titular del Juzgado Quinto de lo Penal les decretó el auto de formal prisión por los ilícitos de que fueron acusados, por lo que los procesados apelaron la sentencia y solicitaron el amparo de la justicia federal.
Fue así como lograron que el titular de un Juzgado de Distrito le ordenara a su homólogo estatal que los delitos fueran reclasificados, por lo que sólo se les procesó por robo simple y abuso de autoridad que no están considerados como graves por el Código Penal vigente en el estado.
Razón por la que Eduardo Romero Enríquez y Víctor Javier Jove Rosales obtuvieron su libertad el día 7 de junio pasado después del depósito de una fianza de 650 dólares como reparación del daño y 10 mil pesos para garantizar la conducta procesal.
Con fecha del 8 de julio pasado fueron liberados Rafael Sánchez Macedo y José Luis Hernández Gálvez mediante el pago de igual cantidad a la antes descrita.
Cabe resaltar que en su momento a Romero Enríquez lo acusaron las autoridades municipales que al tiempo de su detención portaba siete envoltorios de "cristal", una dosis de cocaína y cuatro pastillas psicotrópicos por lo que también enfrentaba delitos del Fuero Federal.
Tanto las autoridades estatales, como municipales se guardaron el hecho de que los cuatro acusados hayan recuperado su libertad, a pesar de que en su momento los exhibieron ante la opinión pública como si se tratara de peligrosos criminales.
Respecto a la grave acusación de tortura que hicieron en contra de los mandos policíacos, Julián Leyzaola y Gustavo Huerta, hasta la fecha se desconoce el avance de las investigaciones por parte de la Procuraduría General de Justicia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
necesitamos tu opinion