Ahora fueron cuatro las personas ejecutadas a balazos y una herida de gravedad por aparentes integrantes del crimen organizado, que continúan con sus ilícitas actividades en la ciudad ante la incapacidad de las autoridades de los tres niveles de gobierno para contenerlos.
La racha violenta se inició la noche del lunes al ser abatido de dos impactos de bala en la cabeza José Luís Garibay Molina, de 19 años de edad, al ser atacado por un sujeto en el callejón Francisco Mujica, de la colonia Jardines del Rubí, en la delegación San Antonio de los Buenos.
Se presume que el criminal lo interceptó cuando subía por unas escaleras públicas en el lugar y descerrajarle un balazo en el temporal derecho y otro en medio de la frente. En el sitio se recogió un tiro útil de pistola revólver calibre 38 Especial, pero no casquillos percutidos.
Alrededor de las 23:00 horas del mismo día se localizaron los cadáveres de dos individuos no identificados en el interior de un predio baldío que se encuentra en la avenida Del Coyote, de la colonia La Cuestecita, en la misma demarcación municipal antes referida.
La Procuraduría General de Justicia informó que uno de los ajusticiados es de aproximadamente 45 años de edad, de complexión regular, tez morena clara y vestido con un pantalón de mezclilla de color azul, camiseta del mismo tono y zapatos negros.
El restante de entre 20 a 25 años, de complexión delgada, tez morena, barba rasurada y vestía un pantalón de mezclilla azul, camiseta negra y estaba carente de calzado. Los dos presentaban múltiples orificios de proyectil de arma de fuego en la región cefálica.
En la escena del doble crimen se recabaron cuatro casquillos percutidos de calibre 40, tres de 45 y uno de 9 milímetros. En la refriega armada otro desconocido fue herido de gravedad pero no se proporciono su identidad por parte de la dependencia estatal y las autoridades municipales.
A las 06:20 horas de ayer se descubrió el cadáver de la cuarta víctima de este nuevo embate de integrantes de bandas delictivas, en un inmueble deshabitado que está en la esquina que forman el Cañón Abedul y rampa Los Pinos, de la colonia del mismo nombre, en la delegación La Presa.
Se trata de un sujeto de unos 50 años de edad que a simple vista exhibía varios orificios de bala en la cabeza y en el sitio recogerse dos casquillos percutidos de calibre 45 y cinco más de pistola revólver 357 Mágnum.
Como características físicas del ejecutado sólo se aportó de complexión delgada y de 1.70 metros de estatura, vestido con un pantalón de mezclilla de color azul, camisa del mismo tono y zapatos tenis.
Debajo del cuerpo se halló una indeterminada cantidad de envoltorios de droga sintética conocida como "Cristal", por lo que se presume un "ajuste de cuentas" entre llamados "narcomenudistas".
En todos los crímenes violentos se apersonó el agente del Ministerio Público del Fuero Común para llevar a cabo la fe ministerial de los cuerpos y disponer el traslado de los mismos a la morgue del Servicio Médico Forense para la necropsia de rigor.
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