Unos
pistoleros creyeron haber dado muerte, con cinco disparos, a un joven
al que llevaban plagiado, pero él sobrevivió al atentado.
En las calles Martín Torres y Unión Obrera, en la Colonia CROC, la víctima de unos 30 años, presuntamente fingió morir tras ser blanco de los disparos de sus presuntos plagiarios.
Dejó pasar unos minutos sin moverse, se aseguró que no había nadie y caminó herido de gravedad para desaparecerse del lugar.
En la banqueta y el asfalto de ese cruce la víctima dejó manchas de sangre a causa de las lesiones por arma de fuego, y alrededor quedaron por lo menos cinco casquillos calibre .45.
Este hecho causó la movilización de policías de Fuerza Civil y elementos del Ejército, además de los paramédicos de la Cruz Verde de Monterrey, alrededor de las 23:00 horas.
Cuando llegó la respuesta policiaca y de los socorristas, el lugar estaba desierto, los vecinos encerrados en sus domicilios, nadie daba pistas de lo que en ese lugar había ocurrido.
Pero unos vecinos vieron a los lejos la acción. “Andaban dando vuelta unos carros Tsuru, uno blanco y uno rojo, pasó por la calle y lo iban a tirar antes, pero vimos cuando lo bajaron al muchacho.
“Lo bajaron por la fuerza, como que lo traían golpeado y lo dejaron que caminara, luego se escucharon los disparos, fueron varios y el muchacho quedó tirado”, narró un testigo que pidió no ser identificado.
El testigo se refugió en su casa junto a su familia y luego de unos minutos se asomó por la ventana y aseguró ver caminar al joven herido.
“Se iba arrastrando, cojeando y agarrando de la cabeza, iba todo manchado de sangre y le escurría la sangre por el cuerpo.
“Caminó y luego se metió a una calle y no lo vimos más”, explicó.
Según el testigo, el herido era un hombre de entre 25 y 30 años y que vestía playera roja, pantalón negro andaba descalzos, tenía evidencias de haber sido golpeado.
Policías de Fuerza Civil recorrieron calles del sector y otras colonias cercanas pero no ubicaron al lesionado ni a los presuntos agresores.
En las calles Martín Torres y Unión Obrera, en la Colonia CROC, la víctima de unos 30 años, presuntamente fingió morir tras ser blanco de los disparos de sus presuntos plagiarios.
Dejó pasar unos minutos sin moverse, se aseguró que no había nadie y caminó herido de gravedad para desaparecerse del lugar.
En la banqueta y el asfalto de ese cruce la víctima dejó manchas de sangre a causa de las lesiones por arma de fuego, y alrededor quedaron por lo menos cinco casquillos calibre .45.
Este hecho causó la movilización de policías de Fuerza Civil y elementos del Ejército, además de los paramédicos de la Cruz Verde de Monterrey, alrededor de las 23:00 horas.
Cuando llegó la respuesta policiaca y de los socorristas, el lugar estaba desierto, los vecinos encerrados en sus domicilios, nadie daba pistas de lo que en ese lugar había ocurrido.
Pero unos vecinos vieron a los lejos la acción. “Andaban dando vuelta unos carros Tsuru, uno blanco y uno rojo, pasó por la calle y lo iban a tirar antes, pero vimos cuando lo bajaron al muchacho.
“Lo bajaron por la fuerza, como que lo traían golpeado y lo dejaron que caminara, luego se escucharon los disparos, fueron varios y el muchacho quedó tirado”, narró un testigo que pidió no ser identificado.
El testigo se refugió en su casa junto a su familia y luego de unos minutos se asomó por la ventana y aseguró ver caminar al joven herido.
“Se iba arrastrando, cojeando y agarrando de la cabeza, iba todo manchado de sangre y le escurría la sangre por el cuerpo.
“Caminó y luego se metió a una calle y no lo vimos más”, explicó.
Según el testigo, el herido era un hombre de entre 25 y 30 años y que vestía playera roja, pantalón negro andaba descalzos, tenía evidencias de haber sido golpeado.
Policías de Fuerza Civil recorrieron calles del sector y otras colonias cercanas pero no ubicaron al lesionado ni a los presuntos agresores.
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