Los impactos de bala que habría recibido la mujer no fueron catalogados como graves por el personal médico del Hospital 21 de Zona del IMSS, aunque en un principio eso se informó.
Hoy trascendió que las heridas de la mujer resultaron de las que no ponen en riesgo su vida y tardan menos de 15 días en sanar.
Según informes extraoficiales, anoche Cynthia pidió su alta voluntaria, pese a que todavía no se recuperaba completamente.
“Se estaba manejando que las lesiones fueron en sedal, no fueron graves, son rozones y quemaduras, pero estaba consciente la paciente, y ella misma estaba pidiendo el alta voluntaria…, se la dieron.
“Pudiera complicarse si descuida las heridas, si deja los medicamentos, alguna infección pudiera surgir, pero nada grave.”, refirió una fuente de la Policía Ministerial.
La sobreviviente recibió dos heridas en la región parietal (cráneo), dos en región clavicular (hombros), tres en la zona escapular (espalda) y una en el muslo izquierdo.
Todos esos impactos no pudieron acabar con su vida, pero otras ráfagas si lo hicieron con su esposo Raúl Alanís Ruiz, de 26 años, y su suegro Raúl Alanís Saavedra, de 48.
Ahora Cynthia tendrá que enfrentar su viudez, pese a que el viernes pasado apenas se acababa de casar con Raúl.
El atentado fue reportado alrededor de las 00:10 horas de ayer en Cartagena y De Las Adelfas, en la Colonia Praderas de Apodaca, en Apodaca, a unos 200 metros antes de llegar al domicilio de Alanís Saavedra.
Paramédicos de la Cruz Roja auxiliaron a las víctimas y encontraron con vida a Sánchez Díaz, a quien trasladaron al hospital en medio de una fuerte movilización policiaca.
En el lugar trascendió que hombres armados persiguieron a los esposos y al padre de uno de ellos cuando iban en una RAM Charger roja, y después de una primera ráfaga, dos hombres armados se bajaron y remataron a los ocupantes que se habían estrellado en un poste de luz.
Dentro de la camioneta quedaron sin vida padre e hijo.
La sobreviviente rindió su declaración y dio prácticamente la misma versión, aunque hizo referencia de que el atentado surgió por un problema vial.
Dijo que su esposo viajaba en el asiento del acompañante y ella en la parte trasera. Su suegro conducía la camioneta.
Se desplazaban por Cartagena y por el mismo carril de circulación se encontraron una camioneta Suburban color blanco que circulaba al frente, vehículo al que su suegro trató de rebasar en varias ocasiones.
Agregó que el conductor de la Suburban se lo impidió, por lo que Alanís Saavedra comenzó a molestarse y accionó el claxon repetidamente hasta que los hombres armados les permitieron rebasar y al emparejarse sacaron sus armas largas y comenzaron a dispararles.
Después de eso, explicó, ya no recordaba nada más.
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