WASHINGTON.- Líderes republicanos en el Congreso federal acusaron al gobierno de Barack Obama de permitir el tráfico ilegal de armas a México, en el marco de la operación Rápido y Furioso, con el pretexto de querer atrapar a capos del narcotráfico como Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.
En un segundo reporte sobre Rápido y Furioso que dieron a conocer Darrell Issa, legislador republicano por California y presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental, y el senador Chuck Grassley, republicano por Iowa, integrante del Comité Judicial, se acusa directamente a Eric Holder, procurador general de Justicia, de haberse dedicado a tratar de eliminar a El Chapo sin que le importara el trasiego ilegal de armas a México.
“La operación Rápido y Furioso no fue estrictamente una estrategia concebida localmente por la oficina del ATF (Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) de la ciudad de Phoenix (Arizona), sino el producto de un plan deliberado a los más altos niveles del Departamento de Justicia, enfocado a identificar a los líderes de una red grande de tráfico de armas”, señala el reporte.
Las conclusiones de los congresistas, que se dan a conocer justo a una semana de las elecciones presidenciales del próximo martes 6 de noviembre, aseguran que la estrategia de identificar a los capos del narco mexicano, aunada a la inercia institucional, fue el génesis de la puesta en marcha y fracaso de Rápido y Furioso.
“Poco después de que asumiera el puesto como procurador general, Holder pronunció una serie de discursos sobre el combate a la violencia a lo largo de la frontera sur”, se indica en el reporte.
Enseguida, en el informe se matiza que Holder, “en el otoño de 2009, se concentró específicamente en combatir al cártel de Sinaloa y luego, en el otoño de 2009, el Departamento de Justicia dio a conocer un documento titulado La estrategia del Departamento de Justicia para combatir a los cárteles mexicanos, que cristalizó la visión del procurador general”.
En este contexto, los dos legisladores republicanos reiteraron sus acusaciones de negligencia contra Holder, sosteniendo que aun cuando en la dependencia a su cargo se dio cuenta de lo que pasaba con Rápido y Furioso, él prefirió usar esto para intentar desmantelar al cártel de Sinaloa comandando por El Chapo, en lugar de parar la operación que facilitó el trasiego ilegal de armas a México, que al final terminaron en manos criminales.
De acuerdo con las conclusiones de los dos legisladores, pese a que Holder y el Departamento de Justicia ya fueron exonerados por el inspector general de la dependencia, quien en un reporte aseguró que el procurador general nunca permitió de manera deliberada que por medio de Rápido y Furioso se traficaran armas a México, sí son responsables de omisión a causa de su interés por El Chapo.
“El Departamento de Justicia tomó una decisión táctica al cambiar el objetivo (de la Operación) y, en lugar de arrestar a compradores intermediarios de armas, se concentró en la identificación de las redes del tráfico”, puntualiza el reporte.
A través de Rápido y Furioso, operación creada por la oficina de ATF en Phoenix, se permitió que conocidos traficantes de armas usaran a intermediarios para meter más de 2 mil 500 armas de todo tipo a México, con el supuesto objetivo de rastrear al arsenal y con ello anular las redes del trasiego.
Sin embargo, los agentes de ATF no sólo perdieron el control de Rápido y Furioso, también el rastro de las armas, y éstas terminaron en manos de narcotraficantes mexicanos, sobre todo del cártel de Sinaloa.
“Este reporte revela un amplio fracaso en la toma de decisiones dentro de la jerarquía del Departamento de Justicia”, aseguró el congresista Issa, quien sostuvo que sus críticas al gobierno de Obama carecen de interés político-electoral.
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