Reclutar a prisioneros en cárceles de Estados Unidos se ha
convertido en un “procedimiento habitual” de cárteles mexicanos, según
versión de dos presos, publicó El País.
Seth Ferrati, prisionero de Forrest Rock desde 1993 por un delito de tráfico de drogas, señala que dos de las pandillas más poderosas en las cárceles estadounideneses trabajan para el Cártel del Golfo.
“La EME (la pandilla más poderosa en las cárceles norteamericanas, fundada por mexicanos en los años cincuenta) y la Hermandad Aria (otra pandilla de prisioneros en EU) trabajan para el cártel del Golfo como sicarios”, reveló.
“Muchos aquí no están en la posición para decir que no. Llegan los cárteles, te hacen una oferta para alimentar a tu familia y muchos lo compran. El problema es que todos creen que se convertirán en el próximo Scarface. Pero es falso. Ni Tony Montana sobrevivió”.
En declaraciones enviadas a través de correo electrónico al diario español, Ferrati añadió que las ofertas de los cárteles tienen mucho éxito.
Otro preso, que pide no ser identificado, indica que otras pandillas trabajan para Los Zetas en Texas.
“Al contratar a bandas estadounidenses, los carteles mexicanos dejan claro que no ven a EU como un punto de distribución, sino como un mercado que quieren dominar”, dijo.
Ferranti describe que los narcos mexicanos han establecido un proceso de selección, que inicia con un examen de la reputación del candidato.
“Preguntan por su fiabilidad, por su reputación antes de acercarse a ellos. Buscan a personas que estén dispuestos a entrar en sus líneas de distribución, que conozca cómo funciona esto en Estados Unidos. Que tenga los contactos y la influencia que un tipo que acaba de llegar de México simplemente no tiene”, señala.
De acuerdo con el prisionero, los mexicanos que no están vinculados directamente al narcotráfico prefieren mantenerse al margen por temor, así que es “natural” que busquen delincuentes estadounidenses que conocen mejor las rutas de distribución y tienen los contactos que no tiene alguien recién llegado de México.
El artículo señala que las autoridades de EU acusaron el mes pasado a Idalia Ramos Rangel, alias “La Tía” o “Big Momma”, una operadora del Cártel del Golfo que, junto con su hijo Mohammed Mo Martínez, preso en la prisión de Forrest Rock, Arkansas, contrataba a presos estadounidenses que estaban a punto de salir para trabajar en venta de drogas.
Seth Ferrati, prisionero de Forrest Rock desde 1993 por un delito de tráfico de drogas, señala que dos de las pandillas más poderosas en las cárceles estadounideneses trabajan para el Cártel del Golfo.
“La EME (la pandilla más poderosa en las cárceles norteamericanas, fundada por mexicanos en los años cincuenta) y la Hermandad Aria (otra pandilla de prisioneros en EU) trabajan para el cártel del Golfo como sicarios”, reveló.
“Muchos aquí no están en la posición para decir que no. Llegan los cárteles, te hacen una oferta para alimentar a tu familia y muchos lo compran. El problema es que todos creen que se convertirán en el próximo Scarface. Pero es falso. Ni Tony Montana sobrevivió”.
En declaraciones enviadas a través de correo electrónico al diario español, Ferrati añadió que las ofertas de los cárteles tienen mucho éxito.
Otro preso, que pide no ser identificado, indica que otras pandillas trabajan para Los Zetas en Texas.
“Al contratar a bandas estadounidenses, los carteles mexicanos dejan claro que no ven a EU como un punto de distribución, sino como un mercado que quieren dominar”, dijo.
Ferranti describe que los narcos mexicanos han establecido un proceso de selección, que inicia con un examen de la reputación del candidato.
“Preguntan por su fiabilidad, por su reputación antes de acercarse a ellos. Buscan a personas que estén dispuestos a entrar en sus líneas de distribución, que conozca cómo funciona esto en Estados Unidos. Que tenga los contactos y la influencia que un tipo que acaba de llegar de México simplemente no tiene”, señala.
De acuerdo con el prisionero, los mexicanos que no están vinculados directamente al narcotráfico prefieren mantenerse al margen por temor, así que es “natural” que busquen delincuentes estadounidenses que conocen mejor las rutas de distribución y tienen los contactos que no tiene alguien recién llegado de México.
El artículo señala que las autoridades de EU acusaron el mes pasado a Idalia Ramos Rangel, alias “La Tía” o “Big Momma”, una operadora del Cártel del Golfo que, junto con su hijo Mohammed Mo Martínez, preso en la prisión de Forrest Rock, Arkansas, contrataba a presos estadounidenses que estaban a punto de salir para trabajar en venta de drogas.
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