Los Ángeles– Una notoria pandilla que opera en prisión y un cártel de la droga mexicano estaban a punto de formar una poderosa alianza como parte de una iniciativa para entrar con fuerza en el negocio de las metanfetaminas en California con un ejército de traficantes en las calles, según lo confirmaron las autoridades federales y locales el martes.
Al anunciar un par de formulaciones de cargos, las autoridades dijeron que pudieron desarticular la planeada fusión entre el cártel de la droga de Michoacán y los líderes de la pandilla de la mafia mexicana en la prisión de California.
“Esto hubiera abierto una supervía para el contrabando de drogas y armas, dándole al cártel una franquicia exclusiva”, según dijo el procurador federal Andre Birotte Jr.
Durante el operativo, los agentes y oficiales de la Policía dijeron haber confiscado 19 millones de dólares en metanfetaminas.
La supuesta alianza entre el cártel y la pandilla de la prisión fue revelada en un par de formulaciones de cargos en las que se hizo mención de más de 40 miembros de una poderosa pandilla callejera de Los Ángeles. Las investigaciones fueron llevadas a cabo por el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos; la Administración Anti-Drogas (DEA); y las agencias de la Policía del condado de Los Ángeles.
Una de las formulaciones de cargos, la cual detalla el supuesto acuerdo de negocios entre la pandilla de la prisión y el cártel de La Familia Michoacana, mencionaba a seis miembros y a tres asociados de la pandilla de la prisión y a cuatro personas vinculada al cártel y a su sucesor, los Caballeros Templarios.
La acusación delinea un plan llamado el “Proyecto” en el que a los miembros de cártel se les daría la libertad total para vender metanfetaminas en el sur de California y ofrecer protección para miembros del cártel que se encuentran encarcelados a cambio de dinero y metanfetaminas que serían para los miembros de la mafia mexicana, según los estipula la acusación.
“La redada de hoy en contra de la mafia mexicana es parte de una lucha de 20 años para mitigar la influencia de la pandilla de la prisión tanto afuera como dentro de las paredes de la cárcel y en las calles del sur de California”, dijo Birotte.
La segunda formulación de cargos acusa a cerca de tres docenas de miembros de la pandilla Florencia 13 por crimen organizado y por cargos de posesión de armas y drogas. Algunos también son supuestos miembros de la mafia mexicana.
Algunos miembros de alto rango de Florencia 13 ya han sido puestos bajo custodia en ingresados a la prisión de máxima seguridad en Pelican Bay, pero continúan operando en la pandilla dando instrucciones de contrabando, y trabajando de la mano con la pandilla de la mafia mexicana en la prisión, según lo estipula la acusación.
La pandilla controla varias franjas del condado de Los Ángeles y en cada territorio se instalan puestos de mando para traficar con drogas y llevar a cabo apuestas ilegales, según argumentan los fiscales.
Los oficiales federales equiparan la alianza a un importante fabricante de drogas que está en busca de vendedores al mayoreo, distribuidores y recaudadores. “Esta es la primera vez que las pandillas callejeras se unen a esta escala”, dijo Birotte.
Si no se hubiera tenido la oportunidad de desfalcar esta alianza, Dijo Birotte, se habrían “abierto las compuertas” a cientos de libras de metanfetaminas a ser distribuidas en las calles de Los Ángeles cada mes.
Birotte dijo que el cártel “había pagado algunos anticipos para dar comienzo al proyecto”. En una instancia, dijo, llegó a pagar 150 mil dólares a algunos miembros clave de la mafia mexicana.
Una de las acusaciones reveló que fueron los líderes del cártel quienes inicialmente contactaron a los líderes de la pandilla para proponerles una “unión” y que los representantes de la mafia mexicana habían viajado a México para reunirse con los líderes del cártel.
Por medio de espionaje y utilizando informantes, las autoridades dijeron que pudieron descifrar las conversaciones entre los dos bandos, inclusive cuando hablaban en código.
De acuerdo con una de las conversaciones, los líderes de la mafia mexicana consideraron que La Familia sería un jugador más grande en el negocio del narcotráfico que el Chapo Guzmán, el repudiado capo del narco que encabeza el cártel de Sinaloa.
“Nosotros creemos que hemos comenzado a afectar en gran medida a aquellos miembros que aún son leales a la organización criminal del la mafia mexicana”, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles Lee Baca.
Oficiales locales y federales dieron a entender el martes que la gran mayoría de los negocios de la mafia mexicana son supervisados por los líderes que se encuentran tras las rejas en las prisiones estatales, tales como Pelican Bay, desde donde continúan enviando mensajes para concretar acuerdos y liderar a varias pandillas callejeras.
Birotte dijo que la acusación federal buscará que estos líderes, si son condenados, sean transferidos a otras prisiones en los Estados Unidos en un esfuerzo por desarticular sus habilidades para poder comunicarse.
Los investigadores federales dicen que aunque han logrado formular cargos en contra de otros miembros del cuerpo de mando de la mafia mexicana con anterioridad, los cargos formulados el martes forman parte de un esfuerzo aún mayor.
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