yonarco.com,La otra historia del Heaven, parte 1.

Primero, un detenido dijo que tres de los 12 fueron asesinados en Veracruz; luego una testigo venezolana escuchó que los “picaron”, y un tercer colaborador de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), detalló que a los jóvenes secuestrados en el Heaven los enterraron por el rumbo de Texcoco, en el estado de México.
Después de casi tres meses de desaparecidos, la Procuraduría General de la República (PGR) encontró siete cadáveres en una fosa clandestina de Tlalmanalco, estado de México.
La PGR y no la PGJDF, encargada del caso, inició los trabajos para recuperar los cuerpos, pues un testigo colaborador de la instancia federal fue quien proporcionó la información para llegar hasta el sitio.
Aunque dolorosas para los familiares, las pistas de los últimos dos meses, que seguía la Procuraduría capitalina, apuntaban a que todos, o algunos, ya habían sido asesinados. Pero los cuerpos no aparecían.
Para las madres de familia que los buscaron por casi tres meses y que esperaron pacientemente a que las autoridades del Distrito Federal y las de la República los encontraran, la espera ha sido confusa y angustiante, pues la PGR y el Ejército no los dejaron acercarse al predio donde encontraron los cadáveres y la local, no se atrevió a confirmar o desmentir la versión de que son los jóvenes del Heaven.
Sin embargo, fuentes extraoficiales refieren que la PGR lleva un 80 por ciento en el avance de la identificación. Al parecer sí corresponde a ellos.
Describen a los muertos
Lo que los testigos, detenidos y colaboradores le decían a los investigadores de la Procuraduría, fue que la causa había sido una venganza del grupo delictivo; que si debían dinero por un cargamento perdido; que en respuesta al crimen de Horacio Vite en el Bar Black.
El último mes, los agentes de la Procuraduría capitalina se dedicaron a realizar incursiones en diversos estados en busca de cadáveres que presentan características con los 12 levantados del Heaven la madrugada del 26 de mayo pasado.
No tuvieron éxito.
Ninguna pista se podía desestimar
Ricardo Méndez Muñoz, alias “El negro” o “La mosca” les dijo a las autoridades de la PGJDF que al menos tres de los jóvenes fueron asesinados en Coatzacoalcos, Veracruz.
También una testigo venezolana de nombre Dhais, asegura que escuchó cuando “El Javis” y el “Chucho Carmona” hablaron de que habían sido “picados” por inmiscuirse en el mercado de la droga.
Así llegó hasta la oficina del procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, una información clasificada como “confidencial” que puso en la mira a Javier Joel Rodríguez Fuentes “El Javis” y José de Jesús Carmona Aiza, alias “Chucho Carmona”
A la letra la información, proveniente del correo electrónico mireya@hotmail.com, advertía que los jóvenes ya habían sido asesinados y enterrados por el municipio de Texcoco, estado de México.
La nueva línea sobre el caso
Reporte Indigo tuvo acceso a otro testimonio que revela la línea paralela de investigación: los jóvenes fueron levantados por quedarse con el dinero de un cargamento de computadoras robado en el Distrito Federal.
Este es el contenido que a la letra se encuentra anexo a la carpeta de investigación sellada como “Caso Heaven”:
“Hace aproximadamente 45 días denuncié al Sr Víctor Arévalo, alias Patrón y nada pasó, hoy quiero mencionarles que esta persona sí sabe quién fue quien entró al bar Heaven por las personas desaparecidas, el motivo es el robo de transporte, el mencionado Víctor Arévalo “pone” los camiones y/o bodegas que serán robadas, en este caso uno de sus socios de alias “El comandante” puso un camión de computadoras que fue robado por el rumbo de Vallejo.
Hasta donde sé, algunas de las personas desaparecidas robaron el camión y ellos mismos vendieron la mercancía sin darle un peso a los mencionados, lo cual desató su enojo.
Hubo amenazas y el día que acudieron al bar Heaven fue para celebrar el pago de la mercancía robada, misma que fue vendida a un comerciante de Tepito que tardó al menos 15 días en pagarles.
Hubo amenazas de ambas parte pero en Meave (La plaza de Eje Central Lázaro Cárdenas) “El patrón” y “El comandante” ofrecían hasta 100 mil pesos por persona que acudiera al levantón. Supieron que acudirían al Heaven, los siguieron y dieron dinero a la gente del bar para que no dijera nada y pudieran entrar sin mayor problema.
Adentro “el comandante les dijo (a los jóvenes de Tepito) que quería dialogar y no tener problemas y como la música estaba muy fuerte le pidió a uno de ellos que salieran. Todos salieron por si algo pasaba, pero nunca imaginaron que estaban esperándolos más de 20 personas.
Accedieron a entregarles el dinero de la venta de las computadoras, se dirigieron a Texcoco y ya no supe nada más hasta que hablaron de enterrarlos y como estaba la cosa muy caliente tenía que ser por el rumbo, o sea Texcoco.
Estas personas laboraban con el “Lic”, persona que fue asesinada también en la Zona Rosa. La razón del asesinato fue la misma, el licenciado se quedó con el dinero de un robo de celulares, “El patrón” y “El comandante” ofrecieron dinero a su grupo para que trabajaran con ellas y pactaron el 50 por ciento de cada robo.
Después de dos “jales” los chavales le dieron la espalda, pensaban matarlos pero “El comandante” y “El patrón” se les adelantaron.
A estas personas (los presuntos homicidas) las encuentran en la calle de López esquina Puente de Peredo, afuera del Oxxo, regularmente por las tardes, cuando les entregan dinero por la venta de celulares que entregan en la Plaza del Celular, así como en los puestos que tienen de computadoras y accesorios.
Lamentablemente las personas (jóvenes de Tepito) ya fueron asesinadas y sé que los iban a enterrar por el rumbo de Texcoco, lugar donde Arévalo en ocasiones se resguarda y tiene una amante.
“El comandante” y “El patrón” siempre están acompañado por varios personas que los protegen y se encuentran armados, el día previo a que sucedieron los hechos se reunieron a todos los que participarían en el Oxxo de la calle López esquina con Puente de Peredo.
Las señas particulares son: Víctor Arévalo, alias “Patrón”, 40 años, 1.80 metros, moreno claro, barba de candado, complexión atlética, en algún tiempo viste de blanco por su afición a la santería y usa collares.
“El comandante”, bigote pronunciado, moreno de 1.90 metros, complexión media de aproximadamente 50 años.
Ambos tienen averiguaciones previas en el estado de México por robo agravado, robo a transporte, extorsión y secuestro. Ojalá en esta ocasión puedan hacer algo por detenerlos”.
El testimonio que arriba se reproduce encendió los focos de alerta en el Estado de México, donde la Procuraduría del DF insistió a su homóloga de estado a reportar cualquier hallazgo.
A este se le sumó la declaración de Francisco Javier Villa Silva, un hombre, originario de Aguililla, Michoacán, arraigado por la Subprocuraduría Especializada de Investigación contra la Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, por delitos contra la salud.
Según su versión, un conocido de Uruapan, Michoacán, conocido como “Chuy”, que tiene camiones y se dedica al transporte de pasajeros, le preguntó si conocía a personas que estuvieran interesados en ayudarle a cobrar una deuda.
Villa Silva le refirió que sí tenía a alguien, un un Policía Federal a quien conoce como el “Wats”.
Ya en la Procuraduría de Justicia capitalina, Villa Silva escuchó varios audios y observó varias fotografías en los que identificó por voz e imagen al Policía Federal conocido como “Wats”.
En los audios de la PGJDF se le escucha decir al supuesto federal: “Ya fui por 12 ‘weyes’ pero voy a planear otra estrategia para ir por el tuyo”.