Agentes
estatales y hasta militares desataron una virtual cacería de dos
hombres que perpetraron la masacre de 10 personas, entre ellas una niña e
integrantes del equipo de beisbol “Los Cardenales”, el domingo por la
noche en el poblado de Loma Blanca.
Un promedio de 80 personas en campo y 22 personas en el área de inteligencia participan en la investigación, informó el fiscal Jorge González Nicolás. En la indagatoria participa el Ejército Mexicano, la Policía Federal, la Policía Estatal y Seguridad Pública.
Ayer un total de 9 propiedades habían sido cateadas y diversos vehículos sujetos a revisión, sin embargo los agresores, que se presume huyeron a Juárez, siguen prófugos.
Hasta el momento no se han dado a conocer las características del vehículo que utilizaron.
La media filiación de uno de los sicarios corresponde a la de un joven de 19 años, de acuerdo a los datos aportados por los sobrevivientes del poblado de menos de dos mil habitantes, localizado a menos de 25 kilómetros de Ciudad Juárez.
Se espera que este día concluya el retrato hablado del presunto sicario, que es elaborado con apoyo de peritos de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República, dio a conocer el fiscal de la Zona Norte, Jorge González Nicolás.
Destacó que abrieron cuatro líneas de investigación y dos fueron ya descartadas; la primera es una posible venganza relacionada con la privación ilegal de la libertad de cinco jóvenes, en un hecho denunciado el pasado mes de julio.
El Diario consignó en su versión digital que cinco personas fueron “levantadas” el miércoles 24 de julio por desconocidos, cuando observaban un partido de beisbol en el poblado de Loma Blanca.
El hecho se registró a las 8 de la noche de ese día, cuando un comando integrado por varios sujetos armados con “cuernos de chivo” arribó al sitio donde se celebraba el partido.
Los intrusos suspendieron el juego y se llevaron a dos hermanos, de 19 y 16 años de edad, a un primo de éstos y a dos amigos.
Los integrantes del grupo llegaron en dos camionetas, entre ellas una GMC Yukon en la que se llevaron a las víctimas.
Los reportes por desaparición de persona continúan vigentes, aunque está confirmado que tres víctimas se encuentran en El Paso, Texas, y de dos hombres más se ignora su paradero, dijo el fiscal.
“Nuestros familiares no tienen nada que ver con ese asunto, no queremos que se criminalice a nuestros familiares porque son ajenos a ese evento”, dijo la hermana de uno de los victimados el domingo, quien refutó la versión del fiscal.
La segunda hipótesis gira en torno a la rivalidad entre el Cártel de Sinaloa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y los Carrillo Fuentes.
“Tenemos el tema de venganza entre algunas células del grupo rival que pudieron haber confundido a algunas de las víctimas”, indicó.
El fiscal Jorge González Nicolás, informó que las pruebas de balística forense arrojaron que usaron dos armas en la masacre.
En el lugar quedaron nueve personas privadas sin vida y el uno más falleció en el Hospital Regional del Seguro Social.
El funcionario inicialmente dijo que había sido un solo agresor, pero en la capital del estado el fiscal general, Carlos Manuel Salas, anunció que fueron dos; horas después González Nicolás también lo confirmó.
“Fueron dos los tiradores, con la planimetría de los hechos y la trayectoria de las balas vimos que fueron dos tiradores, en el lugar aseguramos 31 casquillos los percutidos: 21 de un arma y 10 de la otra”. Ambas eran calibre 7.62×39 milímetros, conocidas como ‘cuerno de chivo’.
El fiscal dijo que esta múltiple ejecución es un caso complejo, distinto a otros sucesos similares que se registraron en años anteriores, por la forma en que fue perpetrado.
La saña y la sangre fría con la que actuaron los responsables de la masacre, donde una niña fue acribillada, es algo que no se había visto, ni siquiera en otros eventos, expresó el fiscal.
Identifican a víctimas
Las víctimas fueron identificadas por sus familiares como: Julio César Alarcón Carrillo, de 36 años, comerciante y dueño del equipo de beisbol “Los Cardenales”; su sobrino Luis Alonso Frayre Alarcón, de 15 años, estudiante de bachillerato y jugador del equipo; Ricardo Vega Pérez, de 17 años y también estudiante y jugador, ambos cursaban en el CECyTECH, plantel 7.
Además: Martín Mancha Armendáriz, de 49 años, de oficio mecánico y jugador, así como su hija Perla Michelle Mancha Dávila, de seis años; Edgar Aarón Acosta Armendáriz, de 15 años, estudiante de bachillerato y jugador; su madre María Mireya Armendáriz Meza y Jesús Alonso De León Ramírez, de 24 años.
Además de José Hesiquio Mota Ortega, de 45 años y Antonio Mota Armendáriz, de 25.
Un promedio de 80 personas en campo y 22 personas en el área de inteligencia participan en la investigación, informó el fiscal Jorge González Nicolás. En la indagatoria participa el Ejército Mexicano, la Policía Federal, la Policía Estatal y Seguridad Pública.
Ayer un total de 9 propiedades habían sido cateadas y diversos vehículos sujetos a revisión, sin embargo los agresores, que se presume huyeron a Juárez, siguen prófugos.
Hasta el momento no se han dado a conocer las características del vehículo que utilizaron.
La media filiación de uno de los sicarios corresponde a la de un joven de 19 años, de acuerdo a los datos aportados por los sobrevivientes del poblado de menos de dos mil habitantes, localizado a menos de 25 kilómetros de Ciudad Juárez.
Se espera que este día concluya el retrato hablado del presunto sicario, que es elaborado con apoyo de peritos de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República, dio a conocer el fiscal de la Zona Norte, Jorge González Nicolás.
Destacó que abrieron cuatro líneas de investigación y dos fueron ya descartadas; la primera es una posible venganza relacionada con la privación ilegal de la libertad de cinco jóvenes, en un hecho denunciado el pasado mes de julio.
El Diario consignó en su versión digital que cinco personas fueron “levantadas” el miércoles 24 de julio por desconocidos, cuando observaban un partido de beisbol en el poblado de Loma Blanca.
El hecho se registró a las 8 de la noche de ese día, cuando un comando integrado por varios sujetos armados con “cuernos de chivo” arribó al sitio donde se celebraba el partido.
Los intrusos suspendieron el juego y se llevaron a dos hermanos, de 19 y 16 años de edad, a un primo de éstos y a dos amigos.
Los integrantes del grupo llegaron en dos camionetas, entre ellas una GMC Yukon en la que se llevaron a las víctimas.
Los reportes por desaparición de persona continúan vigentes, aunque está confirmado que tres víctimas se encuentran en El Paso, Texas, y de dos hombres más se ignora su paradero, dijo el fiscal.
“Nuestros familiares no tienen nada que ver con ese asunto, no queremos que se criminalice a nuestros familiares porque son ajenos a ese evento”, dijo la hermana de uno de los victimados el domingo, quien refutó la versión del fiscal.
La segunda hipótesis gira en torno a la rivalidad entre el Cártel de Sinaloa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y los Carrillo Fuentes.
“Tenemos el tema de venganza entre algunas células del grupo rival que pudieron haber confundido a algunas de las víctimas”, indicó.
El fiscal Jorge González Nicolás, informó que las pruebas de balística forense arrojaron que usaron dos armas en la masacre.
En el lugar quedaron nueve personas privadas sin vida y el uno más falleció en el Hospital Regional del Seguro Social.
El funcionario inicialmente dijo que había sido un solo agresor, pero en la capital del estado el fiscal general, Carlos Manuel Salas, anunció que fueron dos; horas después González Nicolás también lo confirmó.
“Fueron dos los tiradores, con la planimetría de los hechos y la trayectoria de las balas vimos que fueron dos tiradores, en el lugar aseguramos 31 casquillos los percutidos: 21 de un arma y 10 de la otra”. Ambas eran calibre 7.62×39 milímetros, conocidas como ‘cuerno de chivo’.
El fiscal dijo que esta múltiple ejecución es un caso complejo, distinto a otros sucesos similares que se registraron en años anteriores, por la forma en que fue perpetrado.
La saña y la sangre fría con la que actuaron los responsables de la masacre, donde una niña fue acribillada, es algo que no se había visto, ni siquiera en otros eventos, expresó el fiscal.
Identifican a víctimas
Las víctimas fueron identificadas por sus familiares como: Julio César Alarcón Carrillo, de 36 años, comerciante y dueño del equipo de beisbol “Los Cardenales”; su sobrino Luis Alonso Frayre Alarcón, de 15 años, estudiante de bachillerato y jugador del equipo; Ricardo Vega Pérez, de 17 años y también estudiante y jugador, ambos cursaban en el CECyTECH, plantel 7.
Además: Martín Mancha Armendáriz, de 49 años, de oficio mecánico y jugador, así como su hija Perla Michelle Mancha Dávila, de seis años; Edgar Aarón Acosta Armendáriz, de 15 años, estudiante de bachillerato y jugador; su madre María Mireya Armendáriz Meza y Jesús Alonso De León Ramírez, de 24 años.
Además de José Hesiquio Mota Ortega, de 45 años y Antonio Mota Armendáriz, de 25.
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