En 2013, el crimen organizado perforó, en promedio, siete ductos de Petróleos Mexicanos al día, de acuerdo con cifras de la Dirección Corporativa de Administración y la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de la paraestatal, obtenidas a través de una solicitud de transparencia
El crimen organizado prácticamente ha convertido al sistema de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en un queso gruyere, pues en promedio realiza una perforación cada 14 kilómetros para instalar una red de tomas clandestinas.
En 2013, la Dirección Corporativa de Administración y la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de Pemex detectó 2 mil 614 tomas clandestinas en 37,651 kilómetros que conforman dicho sistema, lo que representa el mayor número de actos ilícitos perpetrados en los últimos 13 años.
Estos significa, según información solicitada a Pemex a través del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) con oficio DCA-CPGCE-U-EPM-2242-2013 con fecha del 19 de diciembre de 2013, que en cada 14 kilómetros de la red de ductos en promedio, el crimen organizado realizó una toma clandestina con la finalidad de extraer gasolina, diésel, crudo, gas o petroquímicos.
El año pasado, la delincuencia realizó 7 perforaciones a ductos diario en promedio, con lo cual fijó un récord para la empresa petrolera.
En comparación con 2000, cuando el problema se tornó escandaloso al detectarse 155 tomas clandestinas, este ilícito se elevó 1,548%.
Ese año, la delincuencia había logrado perforar en promedio una toma clandestina cada 242.9 kilómetros de la red de Pemex.
En ese entonces, los actos ilícitos se habían concentrado fundamentalmente en los estados de Veracruz, con 25 tomas; Puebla, con 15; Guanajuato, con 13; con 11 figuraron Coahuila e Hidalgo; y 10 en el estado de México. En Tamaulipas, Pemex sólo registró 8 tomas ilegales.
Al 31 de diciembre de 2013, el Mayor de Caballería DEM Carlos Javier Álvarez Cárdenas, de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de Pemex, dio a conocer, a través del IFAI, que la actividad del crimen organizado se ha extendido en todos los lugares del país en donde la paraestatal tiene tubería (ductos) para transportar hidrocarburos.
A las entidades que en 2010 ya venía experimentando actividades ilícitas para perforar ductos, el año pasado se sumaron Baja California, con 63 tomas clandestinas; Chiapas, con 19; Distrito Federal, con una; Michoacán, 20; San Luis Potosí, 5; Sinaloa, con 220, y Tlaxcala con 21.
En los últimos 13 años, los casos más preocupantes por el alto crecimiento de las tomas clandestinas son: Tamaulipas, que pasó de 8 a 539, y se convirtió en la entidad en la que el crimen organizado se encuentra operando a toda capacidad; Veracruz, que pasó de 25 a 240; Jalisco, de 7 a 230; Estado de México, de 10 a 200; Guanajuato, de 13 a 165; y, Nuevo León de una a 140.
En la solicitud de acceso a la información (SISI 1857600079613), Pemex detalló que el volumen de litros asegurados durante 2013 por el delito de robo de hidrocarburos en su modalidad de tomas clandestinas a Pemex Refinación fue: Hidrocarburos, 135 mil 654 litros; combustibles, 2 mil 500; petróleo crudo, 179 mil 93; combustóleo, 20 mil; gas, 7 mil 720; gasolina, 202 mil 106; y, diésel, 224 mil 993 litros.
El problema radica en que estos volúmenes fueron incautados en los operativos realizados conjuntos con autoridades y fuerzas públicas como la Marina y la Armada de México, el Ejército y la Procuraduría General de la República, pero Pemex sostiene que adolece de la información sobre el robo realizado que no es detectado a tiempo.
En el oficio GSSF-SPE-SGNE-684 del 17 de diciembre de 2013, la Dirección Corporativa de Administración de Pemex respondió a una solicitud de un particular para conocer “las pérdidas ocasionadas por las tomas clandestinas y medidas tomadas:
“Hago de su conocimiento que esta subgerencia (subgerencia de Planeación y Evaluación) no cuenta con la información referente a pérdidas ocasionadas por las tomas clandestinas y medidas tomadas”.
La empresa, según la información proporcionada, ha interpuesto 6 mil 480 denuncias por el robo de combustible a Pemex Refinación entre 2009 y 2013.
En agosto de 2013, y para resolver este problema, la empresa buscó la aprobación del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades operativas de Pemex”, para combatir el mercado ilícito de combustibles y reducir las tomas clandestinas, con una inversión de 2 mil 659 mdp.
El objetivo que se planteó fue mejorar la protección de las instalaciones estratégicas de Pemex, así como del personal, con aumento de vigilancia en ductos, con tecnología de primera generación, pues reconocía que “existe un creciente número de actos ilícitos de robo, extracción, adulteración y comercialización ilícita de productos petrolíferos, que merma la situación financiera y de seguridad de la empresa”.
Pemex Exploración y Producción (PEP) fue más allá, pues desde octubre de 2012 trabaja en un proyecto integral de seguridad física de sus instalaciones, a través de la adquisición e instalación de sistema de radares Sentinel, y la adquisición de equipo electrónico de monitoreo, control y comunicaciones con el propósito de fortalecer los sistemas de vigilancia de las instalaciones.
La filial argumenta, en el documento cuya copia posee EL UNIVERSAL, que “la extensión territorial en donde se realiza la actividad petrolera de exploración y producción, es lo suficientemente amplia, compleja y con instalaciones vulnerables que requieren considerar dichos sistemas de la mejor y más actual tecnología que garantice el buen funcionamiento de la industria petrolera nacional.
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