Antiguos
colaboradores de Joaquín el Chapo Guzmán podrían hundir su situación
jurídica si llegan a testificar en su contra, o ser extraditados, como
es el caso de José Antonio Torres Marrufo, ex lugarteniente del capo y
actualmente en proceso de extradición, lo cual significaría su
hundimiento definitivo.
De acuerdo con el proceso EP-12CRO-849, que involucra a Joaquín Guzmán, Ismael Zambada García, el Mayo, y al mismo Torres Marrufo, entre otros, los acusados enfrentan cargos por trafico de drogas, posesión y tráfico de armas de fuego, así como secuestro y homicidio contra tres ciudadanos estadunidenses, supuestamente por órdenes de Guzmán Loera, quien habría dado luz verde para que el grupo de Gente Nueva levantara a tres ciudadanos norteamericanos en Texas.
“Torres Marrufo actuó en nombre del cártel de Sinaloa, y en septiembre de 2009 levantó a un ciudadano estadunidense que le habían decomisado un cargamento de 670 libras de mariguana en Sierra Leona, que pertenecían al Chapo Guzmán”, explica el documento.
El documento señala que la víctima, a quien sólo se identifica con las iniciales de S.S. (Sergio Saucedo), fue privado de su libertad y llevado a Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, para su interrogación, y luego ser torturado y asesinado. Esto ocurrió, de acuerdo con el expediente, el 7 de septiembre de 2009.
Días después, añade la acusación, su cuerpo fue encontrado mutilado en un barrio de Ciudad Juárez. Supuestamente, era una advertencia para todos aquellos que intentaran robarle al Chapo Guzmán o al Cártel de Sinaloa.
Pero no siendo esto suficiente, Torres Marrufo volvió a ingresar a territorio texano para levantar a una persona en El Paso, con el fin de que identificara a un ciudadano de Nuevo México, Rafael Morales Valencia, quien aparentemente trabajaba para el Cártel de Juárez.
Cuando se localizó a Morales Valencia, el 7 de mayo de 2010, éste se estaba casando en una iglesia de El Paso, y fue entonces que llegó el grupo dirigido por Torres Marrufo a la boda y lo privaron de la libertad junto con su hermano, Jaime Morales Valencia y a un tío de ambos, Guadalupe Morales.
“Estas tres personas fueron encontradas días después en la caja de una camioneta Pick Up, en el Centro de Ciudad Juárez. Supuestamente, Torres Marrufo actuó en nombre del Cártel de Sinaloa y por órdenes de Joaquín Guzmán Loera, líder de esa organización.
“La realidad es que, una vez que el Chapo sea extraditado y caiga en cárceles estadunidenses, ya nunca más regresaría a México, porque aunque no puede ser condenado a la pena capital, sí le darían cadena perpetua”, consideró Jordan Paust, catedrático de la faculta de leyes, de la Universidad de Houston, en Texas y experto en normas internacionales.
Torres Marrufo no sería el único que pudiera hundir al Chapo. En la lista hay otros ex colaboradores de él que ya están en poder del gobierno estadunidense como Ovidio Limón, Héctor el Güero Palma, Manuel Fernández Valencia la Puerca, los hermanos Pedro y Margarito Flores, incluso Alfredo Vásquez Hernández.
Todos ellos, según estableció el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), testificarían en contra del Chapo Guzmán como parte de una serie de acuerdos hechos con sus defensas para reducir sus condenas.
En el caso de Pedro y Margarito Flores, existen llamadas grabadas facilitadas por ellos para integrar un juicio sólido en contra de Guzmán Loera, a quienes les compraba la droga que distribuían en todo el estado de Illinois, mientras que Vásquez Hernández, además de ser la conexión entre el Chapo con los hermanos Flores, también se encargaba de regresar traileres con dinero a México, producto de los ingresos que Joaquín Guzmán obtenía por la venta de la droga.
Paul Brayman, abogado de Vázquez, aclaró a su vez en una llamada hecha a su oficina por Ríodoce, que su defendido no intenta testificar en contra del Chapo.
“Se lo dijimos al Juez (Ruben Castillo), que la intención de declararse culpable obedecía a cooperar con los fiscales del caso, y eso no es necesariamente testificar en contra ni del Chapo ni de nadie”, aclaró Brayman.
De acuerdo con otros comentarios que el abogado hiciera afuera de la corte, Brayman explicó que su cliente Vásquez Hernández teme que esos rumores puedan llegar a la gente del Chapo, y que por consiguiente se pueda afectar a la familia de su defendido.
“Y no es que tema del Chapo, simplemente es bueno aclarar esos rumores porque uno nunca sabe que pueda pasar en México”, abundó el abogado.
Hasta el momento, sólo los hermanos Flores son quienes, oficialmente, estarían cooperando con los fiscales para presentar pruebas contra el Chapo.
Rápido y Furioso, un fantasma tras Guzmán Loera
A cuatro años de que el ex agente de la Oficina de Armas, Alcohol y Tabaco (ATF), John Dodson, revelara que “habían dejado pasar cientos de armas a México como parte de un operativo para capturar a gente de arriba”, funcionarios federales de Estados Unidos han señalado que muchas de esas armas fueron a parar a manos del Cártel de Sinaloa.
Incluso, gran parte de ellas fueron encontradas en poder de Torres Marrufo, quien fue uno de los principales operadores del Chapo Guzmán durante la guerra que sostuvo contra el Cártel de Juárez.
Según trascendió, la defensa de Torres Marrufo ha interpuesto dos juicios de amparo para evitar su extradición a Estados Unidos para que enfrente cargos por el asesinato de tres ciudadanos estadunidenses.
Es en esa misma acusación, emitida por una corte federal del Distrito Oeste de Texas, que se señala a Guzmán Loera como corresponsable de esos tres crímenes, los cuales, dadas las fechas en que ocurrieron, pudieron haberse cometido con las armas que formaron parte del operativo Rápido y Furioso.
“Es muy pronto para opinar en ese respecto”, dijo Daryl Fields, vocero del USDOJ en el Distrito Oeste de Texas, sin confirmar ni negar que existiese una acusación que vinculara a Guzmán Loera con las armas de Rápido y Furioso.
No obstante, las armas encontradas en el domicilio de Torres Marrufo el 30 de abril de 2011, podrían significar un elemento decisivo para inculpar al ChapoGuzmán como el receptor principal de ese armamento.
“Esas armas de Rápido y furioso iban dirigidas al cártel de Sinaloa y ellos están matando a todos ahí (Juárez)”, dijo una fuente gubernamental de EU al diario Los Ángeles Times, que entonces solicitó guardar su identidad.
“Pero esto es sólo unas cuantas, conocimos de las armas que iban a través de Texas. Cientos más lograron pasar por ahí.”
Según información publicada entonces por diversos medios de comunicación, las armas fueron encontradas en el sótano de la casa, y estaban atrás de una pared cubierta con espejos en lo que aparentemente era un gimnasio. Entre las armas de Rápido y Furioso, había una ametralladora antiaérea, un rifle sniper y un lanzagranadas.
Torres Marrufo fue detenido el 3 de Febrero de 2012, en León, Guanajuato.
“La investigación que se tiene es sólida y es producto de una investigación de años hecha por la DEA, con ayuda de otras agencias tanto en México como Estados Unidos, y va dirigida para enfrentar en corte al Chapo y otros capos del Cártel de Sinaloa para que paguen por sus crímenes”, dijo Robert Pitman, fiscal del Distrito Oeste de Texas.
En el mismo expediente, además de Guzmán Loera, Torres Marrufo y el MayoZambada, también se acusa a Amado Nuñez Meza, Gabino Salas Valenciano, conocido como el Ingeniero, Sergio Garduño Escobedo, David Sánchez Hernández, Iván Sánchez Hernández, Jesús Rodrigo Fierro Ramírez, el Huichi.
Además se nombra a Arturo Lozano Méndez el Garza, Mario de la O López, elFlaco, Arturo Shows Urquidi, el Chous, Daniel Franco López el Micha, Salvador Valdez el Robles, Fernando Arellano Romero, el 24, Mario Alberto Iglesias Villegas, el Delta, Adrián Ávila Ramírez, el Bam Bam, Valentín Sáenz de la Cruz, el Valle, Emigdio Martínez Jr, el Millo, y Carlos Flores, el Búfalo.
Entre los cargos que enfrentan los acusados destaca el tráfico de mariguana y cocaína, lavado de dinero, así como secuestro, tortura y asesinato de quienes fueran desleales al Cártel de Sinaloa, y a quienes se interponían a los intereses de esa organización.
De acuerdo con la acusación, los indiciados coordinaban el trasiego de grandes cantidades de cocaína y mariguana a territorio estadunidense, principalmente por el puente que conecta Ciudad Juárez con El Paso Texas, así como por las miles de hectáreas de desierto que bordean a esas dos ciudades.
De acuerdo con el expediente, el dinero procedente de la droga era “lavado” mediante diversas vías, pero también usado para comprar armas, municiones, chalecos a prueba de balas, radios, teléfonos, vehículos, y para pagar a quienes estuvieran involucrados en el negocio.
De acuerdo con el proceso EP-12CRO-849, que involucra a Joaquín Guzmán, Ismael Zambada García, el Mayo, y al mismo Torres Marrufo, entre otros, los acusados enfrentan cargos por trafico de drogas, posesión y tráfico de armas de fuego, así como secuestro y homicidio contra tres ciudadanos estadunidenses, supuestamente por órdenes de Guzmán Loera, quien habría dado luz verde para que el grupo de Gente Nueva levantara a tres ciudadanos norteamericanos en Texas.
“Torres Marrufo actuó en nombre del cártel de Sinaloa, y en septiembre de 2009 levantó a un ciudadano estadunidense que le habían decomisado un cargamento de 670 libras de mariguana en Sierra Leona, que pertenecían al Chapo Guzmán”, explica el documento.
El documento señala que la víctima, a quien sólo se identifica con las iniciales de S.S. (Sergio Saucedo), fue privado de su libertad y llevado a Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, para su interrogación, y luego ser torturado y asesinado. Esto ocurrió, de acuerdo con el expediente, el 7 de septiembre de 2009.
Días después, añade la acusación, su cuerpo fue encontrado mutilado en un barrio de Ciudad Juárez. Supuestamente, era una advertencia para todos aquellos que intentaran robarle al Chapo Guzmán o al Cártel de Sinaloa.
Pero no siendo esto suficiente, Torres Marrufo volvió a ingresar a territorio texano para levantar a una persona en El Paso, con el fin de que identificara a un ciudadano de Nuevo México, Rafael Morales Valencia, quien aparentemente trabajaba para el Cártel de Juárez.
Cuando se localizó a Morales Valencia, el 7 de mayo de 2010, éste se estaba casando en una iglesia de El Paso, y fue entonces que llegó el grupo dirigido por Torres Marrufo a la boda y lo privaron de la libertad junto con su hermano, Jaime Morales Valencia y a un tío de ambos, Guadalupe Morales.
“Estas tres personas fueron encontradas días después en la caja de una camioneta Pick Up, en el Centro de Ciudad Juárez. Supuestamente, Torres Marrufo actuó en nombre del Cártel de Sinaloa y por órdenes de Joaquín Guzmán Loera, líder de esa organización.
“La realidad es que, una vez que el Chapo sea extraditado y caiga en cárceles estadunidenses, ya nunca más regresaría a México, porque aunque no puede ser condenado a la pena capital, sí le darían cadena perpetua”, consideró Jordan Paust, catedrático de la faculta de leyes, de la Universidad de Houston, en Texas y experto en normas internacionales.
Torres Marrufo no sería el único que pudiera hundir al Chapo. En la lista hay otros ex colaboradores de él que ya están en poder del gobierno estadunidense como Ovidio Limón, Héctor el Güero Palma, Manuel Fernández Valencia la Puerca, los hermanos Pedro y Margarito Flores, incluso Alfredo Vásquez Hernández.
Todos ellos, según estableció el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), testificarían en contra del Chapo Guzmán como parte de una serie de acuerdos hechos con sus defensas para reducir sus condenas.
En el caso de Pedro y Margarito Flores, existen llamadas grabadas facilitadas por ellos para integrar un juicio sólido en contra de Guzmán Loera, a quienes les compraba la droga que distribuían en todo el estado de Illinois, mientras que Vásquez Hernández, además de ser la conexión entre el Chapo con los hermanos Flores, también se encargaba de regresar traileres con dinero a México, producto de los ingresos que Joaquín Guzmán obtenía por la venta de la droga.
Paul Brayman, abogado de Vázquez, aclaró a su vez en una llamada hecha a su oficina por Ríodoce, que su defendido no intenta testificar en contra del Chapo.
“Se lo dijimos al Juez (Ruben Castillo), que la intención de declararse culpable obedecía a cooperar con los fiscales del caso, y eso no es necesariamente testificar en contra ni del Chapo ni de nadie”, aclaró Brayman.
De acuerdo con otros comentarios que el abogado hiciera afuera de la corte, Brayman explicó que su cliente Vásquez Hernández teme que esos rumores puedan llegar a la gente del Chapo, y que por consiguiente se pueda afectar a la familia de su defendido.
“Y no es que tema del Chapo, simplemente es bueno aclarar esos rumores porque uno nunca sabe que pueda pasar en México”, abundó el abogado.
Hasta el momento, sólo los hermanos Flores son quienes, oficialmente, estarían cooperando con los fiscales para presentar pruebas contra el Chapo.
Rápido y Furioso, un fantasma tras Guzmán Loera
A cuatro años de que el ex agente de la Oficina de Armas, Alcohol y Tabaco (ATF), John Dodson, revelara que “habían dejado pasar cientos de armas a México como parte de un operativo para capturar a gente de arriba”, funcionarios federales de Estados Unidos han señalado que muchas de esas armas fueron a parar a manos del Cártel de Sinaloa.
Incluso, gran parte de ellas fueron encontradas en poder de Torres Marrufo, quien fue uno de los principales operadores del Chapo Guzmán durante la guerra que sostuvo contra el Cártel de Juárez.
Según trascendió, la defensa de Torres Marrufo ha interpuesto dos juicios de amparo para evitar su extradición a Estados Unidos para que enfrente cargos por el asesinato de tres ciudadanos estadunidenses.
Es en esa misma acusación, emitida por una corte federal del Distrito Oeste de Texas, que se señala a Guzmán Loera como corresponsable de esos tres crímenes, los cuales, dadas las fechas en que ocurrieron, pudieron haberse cometido con las armas que formaron parte del operativo Rápido y Furioso.
“Es muy pronto para opinar en ese respecto”, dijo Daryl Fields, vocero del USDOJ en el Distrito Oeste de Texas, sin confirmar ni negar que existiese una acusación que vinculara a Guzmán Loera con las armas de Rápido y Furioso.
No obstante, las armas encontradas en el domicilio de Torres Marrufo el 30 de abril de 2011, podrían significar un elemento decisivo para inculpar al ChapoGuzmán como el receptor principal de ese armamento.
“Esas armas de Rápido y furioso iban dirigidas al cártel de Sinaloa y ellos están matando a todos ahí (Juárez)”, dijo una fuente gubernamental de EU al diario Los Ángeles Times, que entonces solicitó guardar su identidad.
“Pero esto es sólo unas cuantas, conocimos de las armas que iban a través de Texas. Cientos más lograron pasar por ahí.”
Según información publicada entonces por diversos medios de comunicación, las armas fueron encontradas en el sótano de la casa, y estaban atrás de una pared cubierta con espejos en lo que aparentemente era un gimnasio. Entre las armas de Rápido y Furioso, había una ametralladora antiaérea, un rifle sniper y un lanzagranadas.
Torres Marrufo fue detenido el 3 de Febrero de 2012, en León, Guanajuato.
“La investigación que se tiene es sólida y es producto de una investigación de años hecha por la DEA, con ayuda de otras agencias tanto en México como Estados Unidos, y va dirigida para enfrentar en corte al Chapo y otros capos del Cártel de Sinaloa para que paguen por sus crímenes”, dijo Robert Pitman, fiscal del Distrito Oeste de Texas.
En el mismo expediente, además de Guzmán Loera, Torres Marrufo y el MayoZambada, también se acusa a Amado Nuñez Meza, Gabino Salas Valenciano, conocido como el Ingeniero, Sergio Garduño Escobedo, David Sánchez Hernández, Iván Sánchez Hernández, Jesús Rodrigo Fierro Ramírez, el Huichi.
Además se nombra a Arturo Lozano Méndez el Garza, Mario de la O López, elFlaco, Arturo Shows Urquidi, el Chous, Daniel Franco López el Micha, Salvador Valdez el Robles, Fernando Arellano Romero, el 24, Mario Alberto Iglesias Villegas, el Delta, Adrián Ávila Ramírez, el Bam Bam, Valentín Sáenz de la Cruz, el Valle, Emigdio Martínez Jr, el Millo, y Carlos Flores, el Búfalo.
Entre los cargos que enfrentan los acusados destaca el tráfico de mariguana y cocaína, lavado de dinero, así como secuestro, tortura y asesinato de quienes fueran desleales al Cártel de Sinaloa, y a quienes se interponían a los intereses de esa organización.
De acuerdo con la acusación, los indiciados coordinaban el trasiego de grandes cantidades de cocaína y mariguana a territorio estadunidense, principalmente por el puente que conecta Ciudad Juárez con El Paso Texas, así como por las miles de hectáreas de desierto que bordean a esas dos ciudades.
De acuerdo con el expediente, el dinero procedente de la droga era “lavado” mediante diversas vías, pero también usado para comprar armas, municiones, chalecos a prueba de balas, radios, teléfonos, vehículos, y para pagar a quienes estuvieran involucrados en el negocio.
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