"No son asesinos y vienen sufriendo desde su país"
Fundó sus sospechas en el hecho de que los agresores, que venían armados y encapuchados, llegaron en varias camionetas sin logotipos oficiales, algunas con placas del Estado de México y otras sin matrícula, e ingresaron a las instalaciones del Albergue San Juan Diego Cuauhtlatoatzin de Lechería, en la Diócesis de Cuautitlán.
Dijo haber sido informado por la PGR vía Internet que no hubo operativo, “la verdad es que ni siquiera saben nada, yo tengo que ir a que me lo digan oficialmente.
“Venían vestidos como policías federales, tenemos el video y todo, venían vestidos, entonces cómo saber si lo son. Yo voy a presentar la denuncia al Ministerio Público Federal diciendo que hay un video, pero no traían una patrulla”.
El eclesiástico narró que los supuestos federales ingresaron por la fuerza y sacaron a más de 30 muchachos migrantes, “los golpearon, los arrastraron y se los llevaron”.
Informó que desde el día de los hechos, llegaron seis visitadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos a realizar una investigación, en tanto que en la denuncia que presentarán al MP Federal integrarán 25 testimonios de los centroamericanos y mexicanos que vivieron la agresión.
Sostuvo que son gente indefensa y llegan asustados, cansados y hambrientos: “no son asesinos, vienen sufriendo desde su país, hondureños o salvadoreños”.
Lo único que hacen es protegerlos, desde que vienen de Chiapas: “los cuidamos llegan muy heridos, ahorita tenemos cinco muy golpeadísimos que fueron lesionados en su viaje; a uno le sacaron un ojo, y los llevamos al Hospital Juárez para su atención”.
La iglesia católica tiene una pastoral social que atiende 43 casas de atención a migrantes, que pertenecen a la Conferencia del Episcopado Mexicano: “tenemos a más de 100 muchachos, llegan y se quedan aquí por 24 horas mínimo o 48 horas si llegan heridos”.
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