El líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano, “El Lazca”, ordenó la muerte de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo de Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, y no Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40″.
Funcionarios cercanos al caso revelaron que esto se desprende de los mensajes telefónicos que el líder absoluto de Los Zetas envió a su compadre Salvador Alfonso Martínez Escobedo, “La Ardilla”, el pasado 3 de octubre, fecha en que se cometió el crimen.
Las transcripciones de dichas conversaciones están en poder del gobierno federal, informaron los funcionarios consultados.
En el material se establece que Heriberto Lazcano informó ese mismo día que Alejandro Treviño Chávez, sobrino de “El Z-40″, había sido abatido por policías estatales, junto con cuatro integrantes de la organización criminal.
La noticia sorprendió a “La Ardilla”, quien supuso que la muerte ocurrió en su plaza, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde se encontraba Miguel Ángel Treviño, segundo al frente del cártel.
Según las transcripciones, Lazcano le dijo que la muerte había ocurrido en Piedras Negras, Coahuila, y dejó claro “que ya se había hecho cargo del asunto”, es decir, del asesinato de un familiar del gobernador Rubén Moreira.
También queda claro que Lazcano dio la orden de vengar la muerte de Alejandro Treviño Chávez. El sobrino de Treviño Morales era de Laredo, Texas; su cuerpo fue reclamado por su viuda, de nacionalidad estadounidense.
La venganza se ejecutó tres horas más tarde y la víctima fue José Eduardo Moreira, sobrino del mandatario coahuilense.
Para cometer el crimen, narraron los funcionarios, “El Lazca” dio instrucciones de que la operación la coordinara Miguel Ángel Rodríguez Díaz, “Alfa Metro”, jefe zeta en el norte de Coahuila.
Una vez recibida la orden, Miguel Ángel pidió el apoyo de los uniformados coludidos con la banda, particularmente al subdirector operativo de la policía de Acuña, Rodolfo Castillo Montes.
Al ser enterado de la petición de Lazcano, el mando se comunicó con el hijo del ex líder nacional del PRI, a quien citó en ese municipio con el engaño de que debía entregarle una “invitación”.
Cuando José Eduardo llegó a la cita fue sometido por el supervisor de la policía de Acuña, Víctor Landeros Sifuentes, La Iguana, y el oficial Jorge Tenorio Takajasi, “El Taka”.
Después lo entregaron a Carlos Arnulfo Flores Flores, “El Flaco”, jefe de Los Zetas en Acuña presentado ayer como presunto autor material del crimen, quien iba acompañado de Rubén Sifuentes Cadena, “El Shaggy”.
El cuerpo del joven fue encontrado a las 10 de la noche, tres horas después de ser levantado.
De acuerdo con los mensajes, “El Lazca” se quejó porque el grupo no ejecutó a Rodolfo Castillo Montes, el único que los podía ligar con el homicidio.
Según los funcionarios consultados, los peritajes demostraron que el hijo de Moreira fue asesinado a bordo de la camioneta, mientras que los policías que hallaron el cuerpo declararon que se encontraba en un camino de terracería.
Se comprobó que no fue así y que ellos mismos limpiaron el vehículo por orden de los jefes zetas, señalaron los funcionarios.
Otra versión
El Ejército presentó ayer a Carlos Arnulfo Flores Flores, “El Flaco” y/o “El Fantasma”, presunto jefe de plaza de Los Zetas en Acuña y autor material del homicidio de José Eduardo Moreira. El sujeto fue detenido tras un enfrentamiento en Monclova, Coahuila.
Sin embargo, la dependencia aseguró que el crimen fue ordenado por el líder del cártel, Miguel Angel Treviño, “El Z-40″, en represalia por la muerte de su sobrino.
Indicó que luego del asesinato de Moreira, los integrantes de la célula criminal abandonaron la ciudad y se refugiaron en distintos lugares de Coahuila.
La Sedena confirmó que el ex subdirector operativo de la policía de Acuña, Rodolfo Castillo Montes, y el policía Víctor Landeros Sifuentes citaron con engaños a José Eduardo.
Luego lo entregaron a “El Flaco”, a “El Shaggy” y a otro sujeto apodado “El Pelón”, quienes se lo llevaron y asesinaron.
De acuerdo con la Sedena, “El Z-40″ ordenó ejecutar al hijo del ex gobernador tras el abatimiento de su sobrino y cuatro zetas que enfrentaron a fuerzas de seguridad estatales.
“Por las actividades de apoyo a las autoridades de Seguridad Pública que realiza el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos en Coahuila, se tuvo conocimiento de que la mayoría de los integrantes de la célula de “Los Zetas” en Acuña abandonaron la plaza y se refugiaron en distintos lugares, incluida la ciudad de Monclova, donde fue ubicado Flores Flores”.
“El Flaco” resultó con heridas leves y fue puesto a disposición de la SEIDO. Junto con él fueron detenidos César Zapata Riojas, “El Nejo”; José Gumaro Esquivel Flores, “Gumaro”, y Carlos Emanuel Espinoza Sifuentes, “El Gordo”.
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