Nuevo
León.- El conjunto de vallenato Kombo Kolombia fue prácticamente
masacrado en su totalidad, pero se reveló que fueron dos los integrantes
que lograron salvar su vida.
El primero es el que había logrado huir de sus captores y dio aviso a las autoridades del posible lugar en que estarían sus compañeros. Allí encontraron los 17 cadáveres de los músicos dentro de un pozo de agua.
Pero también hay otro miembro de Kombo Kolombia, cuyo paradero se mantiene en reserva por las fuerzas de seguridad, que logró escapar de la masacre. Se trata de uno de los músicos que justo esa noche no asistió a tocar en la fiesta del Bar la Carreta en el municipio de Hidalgo, Nuevo León.
Tras declarar, quedó bajo protección policial, según informó el miércoles la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), aunque la fuente más valiosa es la del músico que fue secuestrado y consiguió salvarse.
Los cuerpos de los 17 músicos presentaban impactos de bala. Fueron ejecutados. Las autoridades sospechan que podría tratarse de una venganza narco, dado el supuesto vínculo entre los clubes que frecuentaban y el cártel de Los Zetas.
Los restos de los integrantes de Kombo Kolombia ya sido velados. Familiares y seguidores del grupo asistieron a los funerales con el ritmo de de la música vallenata, de acuerdo con el periódico Excélsior de México.
El martes, el vocero de Seguridad del Gobierno estatal, Jorge Domene, remarcó que las investigaciones apuntan a que se trató de un “ataque directo” a los miembros del grupo, puesto que a las aproximadamente 50 personas que asistían la noche del jueves al festejo privado en el que aquellos se presentaban no les pasó nada.
“Pareciera que fuera una vendetta, una venganza de algún grupo criminal, porque todas las características de los hechos hacen que parezca que era un grupo de la delincuencia organizada”, declaró Domene en una entrevista radiofónica.
Los 13 músicos de Kombo Kolombia y cuatro de sus técnicos habían desaparecido en la madrugada del viernes pasado, tras presentarse en una fiesta privada en el municipio de Hidalgo.
Los familiares reportaron la desaparición ante las autoridades al día siguiente. En el lugar, todavía estaban los vehículos de los miembros de Kombo Kolombia. Vecinos aseguraron que esa noche habían oído disparos y ruido de coches que huían a toda velocidad.
La fosa en la que estaban los cuerpo fue encontrada el domingo pasado. Todos los cadáveres estaban baleados y con huellas de tortura. El pozo se ubica en una finca abandonada en el municipio de Mina.
El primero es el que había logrado huir de sus captores y dio aviso a las autoridades del posible lugar en que estarían sus compañeros. Allí encontraron los 17 cadáveres de los músicos dentro de un pozo de agua.
Pero también hay otro miembro de Kombo Kolombia, cuyo paradero se mantiene en reserva por las fuerzas de seguridad, que logró escapar de la masacre. Se trata de uno de los músicos que justo esa noche no asistió a tocar en la fiesta del Bar la Carreta en el municipio de Hidalgo, Nuevo León.
Tras declarar, quedó bajo protección policial, según informó el miércoles la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), aunque la fuente más valiosa es la del músico que fue secuestrado y consiguió salvarse.
Los cuerpos de los 17 músicos presentaban impactos de bala. Fueron ejecutados. Las autoridades sospechan que podría tratarse de una venganza narco, dado el supuesto vínculo entre los clubes que frecuentaban y el cártel de Los Zetas.
Los restos de los integrantes de Kombo Kolombia ya sido velados. Familiares y seguidores del grupo asistieron a los funerales con el ritmo de de la música vallenata, de acuerdo con el periódico Excélsior de México.
El martes, el vocero de Seguridad del Gobierno estatal, Jorge Domene, remarcó que las investigaciones apuntan a que se trató de un “ataque directo” a los miembros del grupo, puesto que a las aproximadamente 50 personas que asistían la noche del jueves al festejo privado en el que aquellos se presentaban no les pasó nada.
“Pareciera que fuera una vendetta, una venganza de algún grupo criminal, porque todas las características de los hechos hacen que parezca que era un grupo de la delincuencia organizada”, declaró Domene en una entrevista radiofónica.
Los 13 músicos de Kombo Kolombia y cuatro de sus técnicos habían desaparecido en la madrugada del viernes pasado, tras presentarse en una fiesta privada en el municipio de Hidalgo.
Los familiares reportaron la desaparición ante las autoridades al día siguiente. En el lugar, todavía estaban los vehículos de los miembros de Kombo Kolombia. Vecinos aseguraron que esa noche habían oído disparos y ruido de coches que huían a toda velocidad.
La fosa en la que estaban los cuerpo fue encontrada el domingo pasado. Todos los cadáveres estaban baleados y con huellas de tortura. El pozo se ubica en una finca abandonada en el municipio de Mina.